En modo dulce, trenza semiintegral de nueces, higos secos y miel.

Hoy es un día para hacer roscón, pero si no te apetece, por lo que sea, te recomiendo esta trenza, mucho más sencilla, rápida y con un toque diferente y delicioso.

Me encanta este tipo de bollería un poco rústica y como de otro tiempo.

En cuanto le des el primer mordisco te enamorará, y con una taza de chocolate caliente  será el colofón perfecto de una tarde perfecta.

Ingredientes: 225 gr. de harina de fuerza, 50 gr. de harina integral, 80 gr. de leche, 1 huevo, 15 gr. de miel, 10 gr. de azúcar, 25 gr. de mantequilla, 15 gr. de nueces bien molidas, 12 gr. de levadura.

Relleno: 150 gr. de nueces, 40 gr. de higos secos, 40 gr. de mantequilla, 30 gr. de miel. 

Glasa: 50 gr. de agua, 100 gr. de azúcar, 1 cdita. de zumo de limón.

Muele las nueces en un mortero, o molinillo, o robot.

Mezcla todos los ingredientes de la masa, quedará un poco pegajosa, deja que repose 10 minutos.

Trabaja la masa un poco y pliégala sobre sí misma, hazla rodar sobre la mesa, amasa, más o menos, durante unos 8 minutos, hasta que quede homogénea y lisa.

 Deja que fermente cubierta con un paño durante 1 hora.

Estira la masa con las yemas de los dedos formando un rectángulo, ahora estírala con el rodillo hasta formar un rectángulo el doble de largo que de ancho, unos 60x30 cm. aproximadamente.

Mezcla los ingredientes del relleno hasta formar una pasta.

Distribuye el relleno de manera uniforme sobre el rectángulo de masa.

Enróllala por el lado más largo, cuando tengas el cilindro formado, córtalo a lo largo por la mitad.

Trenza las dos mitades y sella bien cada extremo apretando con los dedos hasta unir bien.

Deja que fermente entre 1 hora y media y 3 horas, notarás que está lista cuando la masa crece y se esponja, si está muy tiesa, dale más tiempo de fermentación.

Cuando la masa esté lista, hornea a 210º C durante 30 minutos sin ventilador, para que no se dore en exceso. 

Mientras se hornea prepara la glasa, disuelve el azúcar en el agua y calienta hasta que hierva un par de minutos y el almíbar empiece a espesar un poco.

El almíbar tiene que estar caliente para que la trenza brille, puedes recalentarlo un poco antes de usarlo.

En cuanto la saques del horno, pincélala de manera generosa con el almíbar.

Deja que enfríe y... ¡disfruta!

Aguanta varios días muy bien, casi como recién hecha.