En modo lento, conejo de corral en salmorejo.

Hace unos... tres, sí, tres años que le estoy dando vueltas a lo de comprar una olla lenta o slow cooker, claro que, después de tanto marear la perdiz y la excelente información de Marta Miranda, he comprado dos ollas de un plumazo, una mini de litro y medio,  que es la caña, y otra de 4'5 litros.

Desde que tengo la slow no he parado de cocinar siguiendo las recetas, con pequeñas variaciones en los ingredientes, que no en los tiempos de  http://www.crockpotting.es/recetas/

Si quieres saber más sobre la olla lenta, echa un vistazo al enlace de ahí arriba, a mí me tiene (la olla) completamente enamorada.





Ingredientes:

 1/2 conejo de corral  (algo más de  1 kg.) 1 hoja de laurel, 2 cditas. de cúrcuma, 2 cditas. de jengibre molido, 6 granos de pimienta negra, 1 cdita. de guindilla molida, unas hojas de salvia, unas ramitas de romero, tomillo y orégano frescos,  1 zanahoria grande, 1 cebolla mediana, 3 ó 4 dientes de ajo, sal marina, 1 cda. de aceite de coco, aceite de oliva virgen extra, 1 vaso de vino blanco, 200 ml. de agua.

Haz un majado con el ajo, la pimienta y guindilla molidas, el jengibre, la cúrcuma, las hierbas sin el tallo y el aceite.

Unta bien la carne con el majado y ponla en un recipiente, tapado con film, durante varias horas en el frigorífico.

Saca la carne del frigo 1 hora antes de cocinarla.

Pocha la cebolla junto con la zanahoria, en una sartén con 1 cucharada de aceite de coco y 2 de aceite de oliva.

Cuando las verduras estén listas, pásalas al recipiente cerámico.

 Dora el conejo, en la misma sartén, si es necesario añade algo más de aceite, en cuanto tenga color, pásalo al recipiente cerámico.

Añade el vino blanco, el agua, la sal, el resto del majado y la hoja de laurel.

Tapa y cocina 3 horas en alta.

Decir que estaba deliciosa es quedarme corta, mi marido no daba crédito, pero es que estaba espectacular, sí, espectacular  es la palabre que mejor define el resultado.

Tengo que decir que la calidad de la materia prima era inmejorable, porque la olla es una maravilla, sí, pero no hace milagros.