Albóndigas de pollo y jamón en caldo, sin pasar por la sartén.

No es que yo tenga problema en pasar las albóndigas por la sartén, pero como freír no es lo mío, si me puedo saltar ese paso, lo salto encantada de la vida.

Estas albóndigas se cocinan directamente en el caldo resultante de la cocción de sus ingredientes, así evitas añadir más calorías y que la cocina te quede hecha un asco.

Dicen que lo más importante en unas albóndigas es conseguir una textura firme por fuera y tierna por dentro, pues así es como quedan con esta receta.



Ingredientes:

 1 kg. de alitas de pollo, 200 gr. de jamón ibérico en lonchas gruesas, 2 huevos, 1 puerro, 1 zanahoria, 1/2 ramita de apio, 1 trozo de calabaza (opcional) sal marina, azafrán,  perejil,  pimienta, harina de arroz y de garbanzo.


Prepara una olla con abundante agua y pon a cocer el pollo, el jamón, la zanahoria, el apio, el puerro y la calabaza, no te olvides de echar la cantidad necesaria de sal y el azafrán.

Deja cocer alrededor de 1 hora y media, a fuego medio alto, que borbotee con alegría.

Una vez cocidos y templados los ingredientes, quita la piel y los huesos de las alitas de pollo, trocea el jamón, escurre las verduras y tritura todo en un robot o, si tienes paciencia, pica todo a mano.

Pasa a un bol y añade pan rallado, 2 huevos, perejil, unas hebras de azafrán, pimienta negra, 2 ó 3 cucharadas de harina de garbanzo (opcional) y mezcla bien, si la masa queda muy suelta, añade un poquito más de pan rallado.

Pon a hervir el caldo de la cocción y, mientras, ve formando bolas que pasarás por harina de arroz para echar en el caldo en cuanto éste hierva.

Deja cocer a fuego medio 1 hora, las albóndigas estarán listas cuando estén tiernas por dentro.

La textura quedó firme por fuera, no se deshizo ninguna bola, y muy, muy tierna por dentro, jugosa y suave.

Estuve dudando si acompañarlas de arroz o patatas fritas, le pregunté a mi marido y, como no podía ser de otro modo,  patatas fritas.

No son imprescindibles ni las patatas ni el arroz, una buena ensalada verde es lo ideal y, para estos días de frío,  una crema de calabaza bien caliente de primero.

Si quieres usar pechuga de pollo en lugar de alitas, estupendo, evitarás el trabajo de quitar los huesos y la piel, utliza, sin complicarte,  lo que tengas en casa.

Lo único imprescindible para unas buenas albóndigas es usar ingredientes de calidad.