25/3/18

En modo sano, kéfir de leche de vaca de pastoreo.































Es muy fácil hacer kéfir, solamente tendrás que dedicar unos minutos diarios a esta bebida fermentada que contiene aminoácidos esenciales, proteínas completas y está repleto de minerales.

Los nódulos de kéfir se pueden comprar, aunque seguro que te los regala cualquier persona que los tenga.

El kéfir es muy parecido al yogur, se puede hacer con leche de vaca, de cabra, agua, o leche de coco, es rico en levadura y bacterias saludables, y posee varias cepas de bacterias que no se encuentran en el yogur, siendo más digestivo que éste.

Mira cómo se hace:




Los búlgaros o nódulos de kéfir tienen un aspecto similar al de la coliflor, aunque son más blanditos y gelatinosos, tienen la propiedad de transformar la lactosa de la leche en ácido láctico, lo que lo hace muy digestivo.

También puedes usar un cultivo iniciador en polvo.

Existe en Internet muchísima información al respecto, por lo que paso a contarte como mantengo y tomo el kéfir a diario, usando búlgaros vivos.





Utensilios para hacer el kéfir:

Frasco de cristal grande,  colador grande de plástico,  colador pequeño de plástico o acero inoxidable,  embudo, bol o tazón de cerámica o acero inoxidable.

 Leche de vaca o de cabra, yo empecé haciendo kéfir con leche fresca de Mercadona, de todo lo que probé,  la mejor para hacer kéfir.

La ideal es la leche fresca sin pasteurizar, de vacas broncas o de pastoreo, esa es la que uso actualmente y se nota la diferencia.




En un frasco grande de cristal pon un par de cucharadas de búlgaros, añade leche hasta llenar el frasco por la mitad o algo más, deja que fermente durante 24 horas.

Déjalo fermentar en un rincón al que no le de el sol directamente y a temperatura ambiente, según wikipedia, lo ideal es alrededor de 20º C.

Yo lo pongo en un rincón de la cocina, tanto en invierno como en verano, no le da el sol, pero la temperatura es la que toca según la estación y siempre sale bien y, muy importante, sin tapar.




Verás que, después de 24 horas, en el fondo del frasco empieza a aparecer una capa de líquido claro, es el suero de la leche, y la leche ha adquirido una consistencia espesa y cremosa.

Con un colador grande de plástico y ayudándote de una cuchara de madera, presiona los búlgaros para que suelten en el bol todo el kéfir. 







 A continuación, coloca un embudo y un colador más pequeño, de plástico o acero inoxidable, en un frasco de cristal que tenga tapa, pasa el kéfir a dicho frasco, cierra bien y guárdalo en el frigorífico.

En el frigo te durará de una semana a diez días. En casa tomamos el kéfir del día anterior y preparo el que tomaremos al día siguiente.

Lava los búlgaros en leche fresca después de varias semanas, al igual que el frasco que  lavarás después de varias semanas de uso.

Puedes tomar el kéfir con fruta de temporada, o añadirle arándanos, frambuesas....canela molida.

Si por lo que sea, necesitas parar de hacer kéfir durante una temporada, cubre los búlgaros con leche en un frasco limpio, cierra herméticamente y deja en el frigorífico, también se pueden congelar poniendo ese frasco, limpio y bien cerrado, dentro de otro frasco más grande.


Los utensilios no deben ser de aluminio, porque este material no es estable en un medio ácido y podría transferir partículas nocivas.

Los alimentos fermentados son una excelente fuente de bacterias benéficas, gracias a las cuales, optimizarás tu salud digestiva.






















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